Muchas personas con necesidades especiales, incluyendo aquellas con autismo, tienen dificultades con la comunicación expresiva y receptiva. Para los padres y los profesionales, puede ser confuso elegir qué enfoque utilizar y decidir qué trabajar en primer lugar. Si el individuo no es verbal, los equipos se preguntan a menudo:
¿Invertiremos tiempo fomentando el habla y si es así, cuánto? ¿Deberíamos buscar en cambio sistemas de comunicación alternativa / aumentativa (SAAC)? ¿En qué habilidades específicas deberíamos enfocarnos para ofrecerle un sistema que resulte en una verdadera diferencia para el alumno?
Pyramid puede ayudarte a responder a estas preguntas.
Si trabajas en educación especial o tienes un infante con diagnóstico, probablemente hayas oído hablar del Sistema de Comunicación por el Intercambio de Imágenes (PECS). PECS es conocido por tratarse de una práctica basada en la evidencia, que cuando se implementa con fidelidad, ¡funciona! Es eficaz pues proporciona un método útil para solicitar objetos, acciones y personas, de manera que requiere y promueve la interacción social. Una atracción añadida para los infantes en edad preescolar con TEA (trastorno del espectro autista) es el alto porcentaje que adquiere el habla independiente después de la introducción de PECS. Además, se ha utilizado con éxito en una gran variedad de estudiantes de todas las edades con distintos desafíos cognitivos, físicos y de comunicación.
Además del Sistema de Comunicación de Intercambio de Imágenes (PECS) basado en la evidencia, ofrecemos una variedad de talleres y servicios centrados en enseñar Habilidades de Comunicación Críticas que pueden implementarse sin importar qué modalidad use el alumno.